martes, 29 de enero de 2008

Solamente con alargar la mano...

Como todas las mañanas desde hace unos meses te veo llegar. Tu respiración se agita por la excitación del encuentro y mi tambor redobla en respuesta a tu canción de bienvenida. Tu mirada pasa sobre mi como un bálsamo helado que calma mi impaciencia. Mientras yo, divertido recorro cada curva de tu cuerpo e inhalo cada unos de los aromas que desprendes. Al instante, una orgía de sentidos recorre todo mi cuerpo, despertándome de un invernaje que dura ya muchos años. Somos dos extraños que nunca se han hablado y sin embargo nuestros cuerpos se reconocen y saludan.

Un cruce de miradas que no esconde nada y de pronto mi cuerpo estalla. Al instante soy aire que te rodea suave y te acaricia muy lentamente, como a ti te gusta. Te estremeces al primer contacto mientras luchas por contener el deseo. No sabes quien soy, pero reconoces mi contacto. Todo se vuelve fuego cuando te susurro al oído, tan suave y delicado que te agitas en el sitio y distraída te pellizcas el dedo con los labios. Tus ojos azules como el hielo se tornan incandescentes y desprenden tanta luz que ciego de necesidad. Y loco de deseo aparto la mirada por miedo a delatarme y confirmar que soy yo el que mientras duermes te visita, el que te hace el amor hasta saciarse, para desaparecer en silencio sin despedirse.

Es fácil de imaginar como, solamente con alargar la mano... todo en ti será mio. Solamente con alargar la mano... todos mis sueños serán reales.

Sin fronteras que nos separen, solo existimos tu y yo. Desnudos, frente a frente para entregamos al placer más ancestral y animal. De mis entrañas nace el dolor, sexo puro que me envenena y me revienta, aniquilando cualquier atisbo de reproche, mientras bebo de tus placeres prohibidos. Solo nos separa un suspiro, el que nace en tu monte de venus para morir en mis labios sedientos.

Es tan tentador, tan real y cercano que un escalofrió recorre mis espalda devolviéndome a la fría compañía de un vagón de metro. Solamente con alargar la mano... te podré acariciar y la magia se desvanecerá y tú, mi musa, serás real.

miércoles, 23 de enero de 2008

Fantasmas del pasado

Odio las noches tranquilas, tan calmadas que es posible escuchar el golpeteo de los botes contra el pantalán a mil kilómetros de distancia. Son esas noches, cargadas de salitre, cuando acechando en la oscuridad y ocultos entre brumas llegan. Con paso seguro avanzan entre sombras. Nunca los veo llegar pero ellos siempre me encuentran. No importa donde me esconda, ni cuanto tiempo lleve huyendo porque ellos ya han estado allí antes.

Un paso en falso o un instante de titubeo y se lanzan como una jauría de lobos hambrientos que devoran todo su paso, arrasando mi cuerpo y consumiendo mi alma condenada. Y con cada dentellada me hundo mas y mas en su abismo.

Igual que vienen se van, pero yo no me despido porque nunca tardan en volver, ya no quedan mas treguas. Con la respiración todavía agitada busco el vacío, la nada que me envuelva con su manto. Y sumergido en esa precaria calma, todo que soy capaz de recordar es un beso helado y unos ojos vidriosos de mirada perdida.

Cuando todo pasa, la quietud vuelve a reinar. Sudoroso y excitado, todo sonido se vuelve estruendo y los recuerdos amartillan mi cerebro como un herrero forjando su legado. Triste apología a un pasado que pudo ser y se perdió.

viernes, 11 de enero de 2008

¡Asi no mueren los Heroes!

Duerme la bestia,
aletargada al final del día.
Y cansada por la dura batalla
que durante tantos años
le ha debilitado,
se lame las heridas
como un león sin corona.

Solo frente a la ventana,
con ojos vidriosos mira a la noche
oscura y sin esperanza
y sentado en una silla espera...

De repente un pestañeo
y su juventud se asoma
a unos ojos fríos como el hielo
y la fuerza de aquellos años,
como un torrente sin control
que avanza barriendo todo en su camino
le desgarra las entrañas,
recordándole lo que un día fue,
mostrándole lo que ya no será jamás
¡Puta realidad postrada en una silla!

Pero ya no habrá más batallas,
ya solo queda esperar de rodillas
a que el traidor por la espalda,
sin compasión, sin remordimiento
de el golpe de gracia.

Y muerto en vida espera
a que llegue el momento
de reunirse con aquellos
que partieron primero.

Al menos ellos fueron dignos
en su último viaje.


Maldita sea,
así no mueren los héroes.
Postrados de rodillas y exhaustos.

martes, 8 de enero de 2008

Lost boys and Golden Girls

La luz es tan fuerte, que mirarla de frente duele,
Pero va perdiendo intensidad hasta que se apaga.
Y donde antes estabas solo quedan cenizas y humo.
Y mirando al vacío que son tus recuerdos, pienso:
Que efímera que es la vida,
nos creemos eternos
y al instante no somos nada

Cuando el sol se pone,
la oscuridad lo envuelve todo
y los sueños se congelan

Nunca entenderé porque te fuiste,
aunque todas las noches, entre el sueño y la vigilia,
hay un instante en el que los recuerdos cobran vida.
Tu imagen furtiva se enreda entre mis piernas
y vuelvo a beber de tu cuerpo hasta saciarme
y la vida vuelve a ser como antes.

Pero al romper el alba, como un soplo de aire
te escurres en silencio por la ventana
y un grito desgarrado me atenaza la garganta
hasta que brota en forma de lágrima,
¡la única lágrima que derramaré por ti!

Probablemente ya he olvidado tu cara
pero todavía siento el dulce olor que es tu cuerpo
y el sudor que resbala por tu espalda
mientras te retuerces de placer desesperada,

y oigo, el gemido amortiguado
que son tus sollozos al otro lado

Lo nuestro fue eterno mientras duró
pero parece que nunca has existido,
porque cuando la calma nos envuelve,
nadie recuerda que la tormenta ha concluido

¡Te olvidé!